jueves, 9 de agosto de 2012

El Shijuhatte o Kama Sutra japonés

Si nunca has visto una porno japonesa, hazlo, porque descubrirás un mundo de lujuria muy distinto al del porno occidental, que bien podría convertirte en adicto o enemigo de este tipo de pornografía. Total, siempre es bueno conocer cosas nuevas, y si se trata de sexo…pues mucho mejor.

De entre los argumentos extraños de algunas de sus películas, las vergas milimétricas de los actores, el antipático Bokashi (el borrado parcial de las imágenes que manda la censura japonesa) y los arbustos púbicos de las actrices, emerge la sabiduría sexual de los japoneses: el Shijuhatte.

El Shijuhatte es la versión japonesa del Kama Sutra. En realidad no deriva directamente del famoso texto indio, sino de la interpretación china de éste.

El Kama Sutra japonés esta compuesto por 48 posturas sexuales, 96, si consideramos que cada postura tiene dos lados.

¿Qué tiene de especial el Kama Sutra japonés?
Que tiene posturas realistas, que las puede hacer cualquier pareja que necesita urgente renovar su repertorio sexual, sin el riesgo de partirse la espalda.
Las posturas acrobáticas, casi imposibles, del Kama Sutra indio, han sido reemplazadas en el Shijuhatte por posiciones más cómodas que ponen énfasis no en la agilidad y resistencia de los amantes, sino en los sonidos que emite la mujer durante el coito.
Los fanáticos del porno japonés ya saben de lo que estoy hablando. Esos gimoteos, chillidos y sollozos que emiten las japonesas, y que a algunos nos parecen de gato moribundo, son el yogarinaki (los chillidos del placer), y que para los nipones es el nirvana del sexo.

Algunas posiciones sexuales del Shijuhatte




Rompiendo el bambú (Karatake-Wari): es parecida al misionero, la mujer se tumba boca arriba, pero con las piernas cerradas y extendidas. El hombre se coloca sobre ella y “se abre paso” con cierta fuerza. La penetración es poco profunda, pero permite una buena estimulación del clítoris gracias a la posición de piernas cerradas. Esta postura es ideal para hombres con eyaculación precoz y mujeres con problemas para llegar al orgasmo.
Sosteniendo el pájaro (Kakae-dori): el hombre se pone de rodillas con las piernas casi cerradas y la mujer se sienta sobre su regazo con los brazos abiertos para que él la sujete por debajo de las axilas. Para que pueda penetrar a la mujer, el hombre tiene que jalar los brazos de ella hacia sus hombros. El cuerpo de ella se arquea y su cuerpo queda en una postura semejante a una grulla. Pose no apta para mujeres a las que les gusta tener el control, pero ideal para gozar de estimulación de clítoris y una penetración profunda.
Cayendo del precipicio (Hiyodorigoe-no-Sakaotoshi): para los que ya se aburrieron del 69, pues aquí tienen esta postura que –de nuevo, sometiendo a la mujer- exige que una tenga buena resistencia en los brazos. Para “caer del precipicio” ella tiene que ponerse boca abajo, y el hombre levantar sus piernas y colocarlas sobre sus hombros. Con la mujer de cabeza, el hombre tien a su total diposición la vagina de ella para saborearla.


¿Te animas?
¡ Pruebalo !

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