PIENSO MUCHO EN TÍ.
Pienso mucho en ti, por mi cabeza pasa la idea de no haberte conocido
antes, de haberme perdido esa cita ardiente que en su día me
propusiste, no te imaginas como la tengo siempre en mente, como te
tengo entre mis brazos, como acaricio tu cuerpo, tu espalda, tus
nalgas, como mis labios se apoderan de tu cuello y se deslizan hasta
alcanzar tu boca, ahí mi lengua buscará la tuya y tu cuerpo se
removerá junto al mío. Empezaré a desnudarte, te quitare la blusa y el
sujetador y tus pechos quedaran a mi vista produciendo una explosión
en mi miembro que a ti tanto te gusta. Mientras mi boca y mi lengua se
entretienen entre tu pecho y tus pezones, mis manos siguen quitándote
la falda y al deslizarla hasta el suelo descubro que no llevas bragas,
estas preparada para abandonarte a mi cuerpo, ahora mismo estas
preciosa, desnuda delante de mí, solamente llevas unas medias hasta la
mitad de tus muslos, estas tan excitada y tan sexi que mi cuerpo se
muere con deseos de poseerte. Me desnudas con la sensualidad que te
caracteriza, tus manos acarician mi pecho, mis nalgas, mi miembro ya
está de pies y se mueve intentando llamar tu atención, quiere que le
hagas caso, tu boca besa mis pezones y uno de tus dedos recorre el
camino entre mis huevos y mi ano, cariño no sabes cómo me gusta que me
hagas esto. Me tumbas en la esquina de la cama, te arrodillas,
levantas mis piernas y es ahora tu lengua la que hace el recorrido
anterior hasta conseguir introducir mi pene en tu boca, mientras me
vuelves loco con tu delicada mamada, tu dedo lo introduces en mi ano y
esta penetración me hace sentir una nueva sensación, nunca nadie me la
había hecho hasta ahora y cariño me ha encantado, te pido que te
levantes, me tumbo perfectamente en la cama y te pido que te sientes
encima de mí y me hagas el amor. Tus ojos se iluminan y con una
sonrisa picarona en la cara te levantas y gateas por la cama hasta
estar a mi altura y entonces tu cuerpo se coloca encima del mío, la
sensación de tener tu vagina húmeda en contacto con mi piel y en
concreto con mi polla me produce una sensación agradable y me entran
unas ganas locas de poseerte, pero quiero que seas tú la que hoy lleve
el mando, la que marques el ritmo que te apetezca y efectivamente he
acertado, tu nunca me fallas, tus caderas se mueven en movimientos
ascendentes y descendentes sobre mi pene, tus jugos se deslizan hasta
mis piernas y me pides que acaricie tus pechos y me coma tus pezones,
que te encanta que te haga esto. Así seguimos hasta que nuestro
cuerpos revientan en un orgasmo fenomenal, me levanto a por una
toalla, te limpio, te beso y abrazados nos quedamos dormidos hasta el
día siguiente o hasta el amanecer, en cuanto me despierte y note tu
cuerpo desnudo junto al mío no podre sentir la tentación de volver a
hacerte mía.
Un beso ardiente entre tus muslos...